viernes, 10 de agosto de 2007

Sueño del martes para el Dellira.

Rafael, Raúl, Ernesto y yo; el puente de Londres, aunque enorme y atravesando una gran extensión de mar (¿?). Está inclinado y tiene breves aceras a los costados. Yo llevaba una cámara fotográfica pero cayó al mar. "¿Quién diría hace una semana que íbamos a estar los cuatro acá en London?", perdemos tiempo en la plaza que está junto al puente, aún sobre el océano. Había tiendas, restaurantes y muchos vendedores de helado. Yo quería helado, pero los sabores que tenían no se me antojaban. Alguien más me condujo a los que me dijo eran los mejores helados de la plaza. Entramos a un local cuya fachada era de vidrio; él abrió, tomó un helado de nuez, que se me antojó mucho y llamó al dueño, un tipo rollizo, pero fuerte. Parecía más dueño de bar que de heladería, y de hecho, despachaba detrás de los congeladores. Me cobró el helado: ¡£30! ¡Los que venden en la plaza costaban £10! No, no; se me antoja, pero es caro. El tipo: No, es que valen la pena, que la madre, y yo: no; está caro; lo siento, me voy. Y me fui. Al reunirme de nuevo con mis compas ya no estaban ni Neto ni Raúl, y sí estaba Jean Paul. Yo propuse que nos fuéramos caminando a la famosa Venice Beach de London (¿?); Pol dijo que no había tal, que Venice Beach estaba en Nueva York; yo dije que no, que estaba la de NY y la de London. Comenzamos a caminar por la breve banqueta del puente chueco, mirando de vez en vez el mar.

Me desperté agitado, diciendo "Venice Beach no está en Nueva York; está en Los Ángeles". Por eso me acuerdo del sueño.

Hasta ahí la primera parte; al rato u otro día posteo lo de la peli que soñé.

Besus a las lectoras. Si algún lector quiere un beso, puede escribirme y mandar una foto a morshoil@gmail.com; igual llegamos a un arreglo.

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