lunes, 19 de enero de 2009

2008 - lo malo y lo feo

Fue para mí un año raro el que acaba de terminar. Como he comentado a algunos amigos, a mediados de diciembre sentí algo que siempre temí al escucharlo de otras personas, siempre mayores que yo, normalmente durante las reuniones y cenas que se acostumbran en esa época; sentí, decía, que no hice nada.

Y es que tenía pensadas algunas cosas para ese 2008; ninguna escrita a manera de propósitos, ni mucho menos, sino sencillamente cosas que pensaba hacer, escribir, lograr el año recién terminado. Las más significativas, respectivamente, irme a vivir en DF con quien pensé era la mujer de mi vida (paf), escribir la tesis y obtener una de las dos becas para escritores novatos que dan en el país.

De esas, nada. Todas, en su momento, significaron hasta cierto grado un golpe a los cimientos sobre los que pensaba estar bien sostenido. La primera se fue diluyendo a principios de marzo, y se fue finalmente al caño casi al finalizar la semana de pascua; de las becas, finalmente no mandé nada para el FONCA, y me enteré de que no había quedado en la FLM por septiembre, creo... recuerdo que tuve el tiempo suficiente para preparar mi documentación para la local, que acá en Veracruz otorga el IVEC y poder así decepcionarme nuevamente el 21 de diciembre, cuando salieron los resultados; de la tesis fue por esas mismas fechas, ya muy cerca de fin de año, cuando me di cuenta de que no había avanzado casi nada y me sería imposible escribir algo que valiera la pena en lo que quedaba de 2008.

Todo esto me condujo a algunas conclusiones que comparto a continuación para su juicio y divertimento:

1) No debo reducir mis opciones a nada que dependa de la decisión de alguien más. Esto, desde luego, en lo relativo a la mudanza --para la que tenía más preparativos de los que al final fueron necesarios-- y a las becas --en las que, además del talento y la capacidad del aplicante, cuentan siempre la subjetividad y el gusto de los jurados--.

2) No soy tan chingón como hasta ahora había creído (¡¡aaaauch!!... no tienen idea de lo difícil que resulta aceptar esto a un egotista-egoísta-egocéntrico-narcisista como yo...).

3) Mientras esté en este laburo, me resultará imposible terminar la tesis, pues el tiempo que en teoría podría ocupar para adelantarla se me va en terminar trabajos pendientes que, además, no tienen fin; siempre hay más en la fila...

(Puntos suspensivos o conclusión número cuatro) Para acabarla de chingar, parezco notar en mi redacción cierto resabio de la manera de redactar del viejito loco cuyo libro estuve corrigiendo toda la mañana.

Fuck.

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