Lejos, como estamos, sobrevuela una duda. Las circunstancias, los tiempos, le dan forma e imagen conforme lo pienso, hasta hacerla, a ratos, certeza ineluctable.
Mi corazón, cualquiera que sea la circunstancia, está contigo. Yo, el yo concreto, el imbricado en esta realidad que nos domina, por otra parte, no sabría mi posición en este juego. Como sea, queda continuar, hacer lo mío, como desde el principio había planeado.
A ratos, también, viene a mi cabeza otra posibilidad. Que tú me digas "Nooo, ¿cómo crees?", de esa manera que tu tienes de hacer y decir las cosas. Que ambos nos riamos buenamente de todo esto, que sea un disparate. El alivio que sentiría si así fuera.
La duda, entonces, persistirá hasta el encuentro, me parece.
Te abrazo y beso.
viernes, 18 de diciembre de 2009
Etiquetas:
balbuceos,
realidades
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