viernes, 8 de junio de 2007

2A) poner de vez en cuando alguna entrada vieja que me siga gustando


Lay out
(entrada publicada originalmente el 31/07/06)


1) Un hombre ve una anfisbena. Se acerca a ella y la toca. La anfisbena se desvanece en el aire. Decide que el asunto no tiene mayor importancia y se aleja silbando, como siempre, una antigua tonada fenicia.
2) Otro hombre ve la misma anfisbena y la convierte en la razón de su vida. Gasta todo su tiempo y su dinero buscándola por el mundo, pero no la vuelve a ver.
3) Un tercer hombre ve anfisbenas todo el tiempo, por lo que no le parece puedan ser maravillas de ningún tipo. Nunca lo cuenta a nadie.
4) Otro hombre más ve también anfisbenas siempre. Le habían dicho de niño que las anfisbenas no existen. Cada vez que ve una la señala y grita -¡Anfisbena!-; pero nadie más las ve. Decide que está loco. Vaga por el mundo y termina ahorcándose.
5) Un quinto hombre nunca ha visto ni verá una anfisbena, no importando los años que viva. Conoce, uno por uno, a los otros cuatro. Aunque no le digan nada, él adivina que han visto a la anfisbena. -Éste es un hombre que cree en anfisbenas-, dice en cada oportunidad. -Comprueba la existencia de la anfisbena-, dirá, también, despreocupado, engreído, con la absoluta certeza que otorga encontrarse del lado de la lógica, de la razón... Él cree, sin embargo en la exisitencia de los dioses, y reza cinco veces al día en dirección hacia La Meca. Es un hombre de fe, pero no cree en los demás hombres. Y ciertamente no cree en las anfisbenas.

foto : Departamento de zoología de la universidad de Brasilia.
actualización (22/10/2014) - foto: http://ianimal.ru/

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