Xalapa, ya lo he dicho, ha sido muy generosa conmigo en el aspecto humano. He aprendido mucho aquí (o al menos quiero creer que lo he hecho); he pasado aquí varios de los mejores momentos de mi vida. En Xalapa he amado perdidamente, sin remedio ni esperanza; he amado profundamente, con alegría y encanto; amo silenciosamente con ilusión y fantasía.
He pasado también algunos de los peores momentos de mi vida, de los que, por suerte, y gracias en buena medida a los más cercanos a mí, pude entrever el camino, aprender y seguir. Me he vuelto desprendido en estos años; mis afectos, mis querencias, mis gustos (mis culpas, mis manías, mis embrujos) se alejan ya sin lastimarme.
Ha sido generoso este lugar. Me ha dado, por sobre todas las cosas, amigos. Amigos entrañables, amigos imposibles; grandes y fantásticos amigos. Amigos reales, de los que normalmente se cuentan con los dedos de una mano (y aunque no sean muchos más que esos, lo parecen).
No me voy de aquí porque quiero, ni de la manera en que lo hubiese preferido. Me voy porque se ha vuelto necesario. Porque lo pospuesto por tanto tiempo se ha hecho urgente. Porque lo preciso y lo requiero. Acaso estaba esperando sin saberlo la última pieza que faltaba para esta, mi eterna búsqueda: por fin encontré (aun sin buscarlo) lo que me hará necesario regresar.
jueves, 27 de agosto de 2009
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3 comentarios:
Alea iacta est, Pacomius...
También le agradezco a Xalapa tu amistad y la neta siento mucho que debas mudarte, pero creo que, como dijera que el griego aquél de los ríos, el devenir es la constante. Carnal, conozco tus razones para esta decisión y aplaudo las gónadas necesarias para tomarla. Seguiré tus letras desde la capital con agrado.
Un abrazo.
Ahi vamos todos, a movernos, mi querido Pac. Xalapa tiene su encanto y de lejos, màs. Somos -ahora- el que quisiera quedarse, pero siempre se mueve, siempre se mueve.
Te quiero donde vivas siempre.
Tu Vers
Tu post anterior casi me hace llorar, bueno, me hizo, porque estos días me ha invadido una ternura -desconcertada, no tan tétrica, pero al fin ternura- sobre los míos. Incluso se lo dije a una buena amiga en un correo, y me sorprende esa coincidencia de sentir.
Enhorabuena a este comienzo, ejercicio de la confianza y también del miedo, ahhh tan natural. Un abrazo, por dejarme leerte jojojo.
Salud por Xalapa =)
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