miércoles, 27 de agosto de 2008

Más compromisos

2) Esbetunes y Paquello salieron a la montaña

Fue el día en cuya noche Nahui parió a once cachorritos once —diez supervivientes—; quedamos de vernos y nos vimos temprano por la mañana en el parque de Los Sauces. Camioncito Xalapa-Las Puentes [sic]-Xico. Durante el trayecto terminó de salir el sol.

La primera grata sorpresa del día: nuestra excursión casualmente coincidiría con las fiestas patronales del pueblo (acaso serán para San Isidro =P) /He investigado: son para María Magdalena/*. A la hora en que llegamos había muchísima gente en las calles preparando las famosas alfombras de aserrín multicolor.

Foto: Antonio Roque/Diario de Xalapa

De ahí, a subir, subir, subir, subir, subir. Un atajo nos hizo perder el aventón a tierras más altas. A pata, entonces, hasta que una camioneta blanca con batea cubierta y dos féminas que buscaban flores que supuestamente estaban más allá de lo evidente, en un vivero de montaña de cuya existencia dieron fe varios lugareños y la propia Esbetunes.

Pasandito la piedrota /es que se me fue el avión/; no importa; entraremos desde más arriba, cruzaremos los cercos electrificados, no hay tos; ¡ah! ¡es que había camino empedradito! ¡mira, tú! (ninguna, ninguna, ninguna molestia en realidad: iba yo como si nunca hubiese visto tierra y pasto, re contento, dispuesto a lo que fuese; hasta tenis llevaba; hasta camisa de cuadros). ¿Por aquí? ¿Ya? Bien. Ah, brillan. Ah, como este. Ta biem bonito, tú. Ah, el primero no se come; vale. [Acá se acerca un jovencito brasilero, 18acaso19 años con el sombrero de Speedy González; saca la plática, la sonrisa, el cobre —¿el hambre?—; viene con un amiguito].

Cruzandito el río. Acá merito. No ha llovido, la tierra está un poco seca. A ver si hay. Uy, yo vine el otro día y casi ni se veía el pasto, de tantísimos, y así. No más de media hora en juguetona búsqueda. El viento, delicioso. Descubrí una corriente de agua subterránea, un sonido incomparable /Ahora que escribo esto pienso en los cuatro elementos; tres estaban fuera; pronto descubriría uno adentro \como uno de los símbolos que llevas en el pecho, ¿viste, viste?\ /.

¿Ya? Pues no sé, ¿cuántos necesito [necesito] [necesito]? Pues unos tres o cuatro, para la primera vez. Me voy buscando un lugarcito. Llevo ya mis cuatro. Estoy bien contento. Hace calor. Traje manzanas y agua.

En el próximo post: One side will make you grow taller, and the other side will make you grow shorter.





* Digresiones entre diagonales cortesía de Coyotito

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