Mumaina, molesta, se sentó a la mesa y comenzó a comer a solas. Sabía que su marido no saldría sino hasta pasadas varias horas (tal vez, incluso, un día completo) y no debía ser importunado. No importaba cuántas veces había sucedido, ella se seguía poniendo furiosa y la comida le seguía cayendo mal en el estómago. Con el paso de los años se había ido esforzando cada vez menos en la planeación y preparación de los platillos. Al final, los habitantes de la casa --que ya no tardaría en convertirse en una pensión-- se alimentaban con los insectos que caían en una trampa de caramelo especialmente diseñada para ello.
Aari Umayr estaba fuera de sí. Sus ojos, de ordinario de un azul muy claro, lechoso, se tornaron blancos. Cuando entraba en trance, normalmente garabateaba líneas caóticas, sin sentido aparente, con su sangre. En sus largas horas de estudio llegó a detectar decenas de idiomas diferentes en sus escritos --alcanzó a traducir cerca de mil--. Hacía años que estas labores le estaban imposibilitadas --hacía años que se había quedado ciego--. Al principio lloró para sí mismo y clamó a Dios por su pérdida; después comprendió que en su afán de conocimiento se había vuelto ambicioso, que su trabajo era (siempre había sido) el de conducto para que ese conocimiento llegara al mundo, y no (nunca había sido) el de tener acceso a él, y aceptó, dócil, su destino.
Esta ocasión, sin embargo, era --al menos en apariencia-- diferente.
- - -
continuará o_O...
sábado, 9 de mayo de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
FUCK YES
Roy <3 Maikh' Sikh
Publicar un comentario